Obviamente, la falda tenía posibilidades pero había que arreglarla ya que, por su tamaño, sólo entraría ahora a una niña. Afortunadamente, la falda estaba tan fruncida que sólo había que "desrizar el rizo" y quitarle el magnífico fajín que llevaba y que no hemos podido adaptar.
Y este es el resultado:
¿Qué os parece?, ¿alguna idea para combinar la falda? Hemos pensado en una camisa blanca y un cinturón, pero quizás podamos arriesgar más.
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